Los que os hayáis pasado por el mercado de San Miguel sabéis ya de qué va el rollo: mercado viejo se reforma y cambia charcuteros y fruteros de toda la vida por stands con nombre guay y precio acorde, con la excusa de que lo que allí se sirve son delicatesen y nouvelle cuisine de la buena, claro está, con raciones para bebés de un día, que no consiste la cosa en ponerse gocho, sino en disfrutar de los mejores sabores. Y a pesar de todo, tengo que decir que, para eso, probar cosas curiosas sin buscar el empacho, está muy bien, siempre y cuando uno asuma la tara de los precios hinchados. Uno se sienta en una barra compartida por los distintos locales del mercado y pica un poco de allí y de allá, confeccionándose su propio menú de tapeo. ¿Nuestra elección? Del stand de foie, salmorejo con un toque de foie, mini hamburguesa de pato y queso de cabra, foie fresco con compota de manzana y uvas, cucurucho de chocolate con mus de queso Philadelphia y foie y un más que suave vino blanco; del stand griego, bulgur, pimientos rojos rellenos de queso feta y humus con pan de pita; del stand de zumos naturales, uno de fresa, naranja, sandía y melón.
Los precios están pensados para picar, tanto en sentido literal como figurado, ya que oscilaban del euro del salmorejo a los 3,5 del foie fresco, pasando por los 2,5 del zumo. Unos precios que no están mal, siempre que no se contrasten con las cantidades ingeridas. ¿Volvería? Sí, por aquello de los sabores, que es cierto que los hay, pero como advertía al comienzo, sabiendo que no te vas a hinchar y que ahí no se regala nada. Eso sí, llevaré a mis amigos guiris seguro. Creo que es un sitio para exhibir.
1 comentario:
Tengo ganas de ir, solo un par de fotillos del sitio estarían guapas. Por lo demás, muy buenas instantaneas
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