El sábado por la noche me pasé por el TGI Fridays de Gran Vía, animado por el post previo sobre sus cocktails a precios bajos. La primera fue en la frente, puesto que esta Happy Hour sólo está disponible de 17 a 20 pero de Lunes a Viernes. En cualquier caso, teníamos cierto antojo de comida guarra, así que mi acompañante y yo (como dice Chema) entramos de todos modos y nos dispusimos a tirar por la basura cualquier amago de dieta.
No hice fotos porque me acordé cuando ya me había comido todo, para seros sinceros, pero procuraré ser lo suficientemente generoso en los detalles como para que os hagáis una idea.
Compartimos un entrante denominado “Combo de nachos”, que traía cuatro nachos de cada tipo, tres tipos en total (es decir, 12 nachos). Los tipos eran: de carne (carne normal, no picada), de pollo y de queso cheddar. Estaban bien, nada del otro mundo.
En cuanto a los segundos, mi acompañante optó por una hamburguesa Prime Choice, de tamaño tan generoso como su precio (unos 15 euros). Entre sus ingredientes, carne, bacon, cebolla, tomate, lechuga, queso, mayonesa francesa y pan brioche.
Por mi parte, yo preferí las costillas. Existen varios tipos con este plato, pero os diré que eran las que estaban de promoción y que costaban unos 19 euros más o menos. Ante mis ojos apareció un rack que prácticamente se salía del plato, adornado con unas cuantas patatas fritas y un cuenco con más salsa Jack Daniels “no se qué”. Debo decir que son, quizás, las mejores costillas que he comido en Madrid al estilo americano: jugosas, con una carne fácil de separar del hueso, una salsa muy rica, un 10 en definitiva. En concreto, y por comparar con el referente en la materia, mucho mejores que las del Alfredo’s, que me parecieron más secas y mucho más escasas en carne y en piezas (también es cierto que el precio de Alfredo’s es bastante más reducido, pero creo que cuando sales a cenar prefieres pagar un poco más y volver satisfecho).
Tanto mi acompañante como yo tuvimos que hacer ímprobos esfuerzos para terminarnos los platos, hasta el punto de volver prácticamente a rastras a casa, aunque podríamos haber rodado cómodamente Gran Vía abajo. En definitiva, que las raciones, aunque caras, fueron bastante generosas, mucho más de lo que habría esperado.
Sobre los cocktails, nos podemos sendos Ultimate Mojito Classic a 7.75 cada uno. La cantidad, enorme, casi el doble que un mojito normal de cualquier bar (o el triple si lo comparamos con el Del Diego). La calidad, bastante normalita. Poca hierbabuena, la mayoría trocitos flotando, y demasiada acidez para mi gusto. En la siguiente imagen podéis ver uno, así como una comparación con mi mano para que os hagáis una idea de su tamaño.
La cuenta total la podéis ver en la siguiente imagen, para que os hagáis una idea. Puede asustar, pero si quitamos los 30 euros de bebidas, nos quedaría una cena pantagruélica por 25 euros cada uno.
En definitiva, me gustó la experiencia y probablemente vuelva alguna vez, pero los cocktails merecen la pena si vamos a la Happy Hour.
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