La Finca de Susana es uno de los restaurantes del grupo en que se encuentran “La Gloria de Montera” o el restaurante “Bazar” de Chueca. En todos ellos podemos encontrar varios rasgos comunes: decoración basada en madera lacada en blanco en los locales, materias primas simplemente correctas y precios baratos.
Este pasado martes, tras rendir visita al Happy Hour del TGI Fridays de Gran Vía (me tomé una de las mejores piñas coladas que he bebido nunca), mi acompañante y yo decidimos acercarnos a este sitio. No quiero “cucheretear” el post, así que iré directo al grano: mostrar las distintas viandas que pedimos.
Entrantes
De entrantes optamos por tres opciones: croquetas de huevo y queso holandés, patatas Fondar y Coca de Jamón Ibérico.
En cuanto a las croquetas, debo decir que me parecieron normales, aunque al menos su sabor era distinto a lo que estoy acostumbrado. Eso sí, la ración algo escasa: cuatro croquetas literalmente no me parecen ningún exceso, por mucho que el plato rondara los 4 euros.
Respecto a las patatas Fondar (no recuerdo el nombre exacto, creo que era así), eran unas patatas con pimiento rojo y queso cheddar fundido por encima. Se me hicieron excesivamente empalagosas, con tanto queso y tanta patata, para muy poco pimiento, así que no creo que me las volviera a pedir.
La Coca de Jamón Ibérico venía acompañada por un pequeño toque de pulpa de tomate natural, aunque creo que estaba rebajada con algún otro ingrediente porque tenía una acidez menor que la que aporta normalmente el tomate natural (y que yo personalmente detesto). Un plato correcto, como los anteriores, pero sin ser excesivamente destacado en ninguna de sus facetas.
En cuanto a los entrantes, mi acompañante se arrancó con las Costillas a la Receta de La Finca de Susana (de nuevo no recuerdo el nombre exacto, pero era algo aproximadamente) y yo preferí un clásico: entrecot a la pimienta.
Los Segundos
Las costillas, generosas pero insípidas. Soy un gran fan de las costillas, me gustan casi de cualquier modo (a la barbacoa, con ajo, etc) y estas me parecieron ramplonas, sin animarme a seguir comiéndolas una vez probadas. La salsa no estaba mal, pero no era suficiente para hacer del plato algo lo suficientemente suculento.
Y en cuanto a mi carne, correcta sin más, de nuevo. Una pieza con algunas partes de buena calidad y otras con demasiados “nervios”, que en general alcanzaba el aprobado.
No pedimos postre.
Conclusiones
En general, no puedo decir que saliera satisfecho del sitio. Había visitado con anterioridad La Gloria de Montera en 2 ocasiones y aunque no puedo decir que sea el mejor restaurante de Madrid, creo que la calidad de las materias primas y el resultado de los platos es superior. No tengo claro que vaya a repetir en esta Finca.
Eso sí, el precio fue muy competitivo: ambos cenamos por 38 euros. Siendo el centro de Madrid y vistos los precios de hoy en día (que una cena en el Vips te sale por ese precio), hay que reconocer que fue francamente barato.
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