viernes, 30 de septiembre de 2011

Un Lugar

El pasado sábado hice una visita al restaurante “Un Lugar”, muy cerca de la Estación de Chamartín. Reservé a través del Réstalo, que tenía una fantástica oferta: 1 kg de carne para dos personas, por 20 euros los dos.

Allá que me dirigí con mi acompañante y otra pareja, a comprobar si las excelentes referencias que tenía del sitio eran ciertas. Nada más entrar se puede observar que el restaurante es de categoría, con una cuidada y moderna decoración (más allá del típico “rollo Ikea” que tienen muchos sitios hoy en día). En nuestro caso tuvimos la suerte de poder sentarnos en la terraza, por lo que además de la excelente comida que detallaré a continuación, también pudimos deleitarnos con ese agradable sol que Madrid nos regala en los últimos días del estío.

Un Lugar: Un Lugar subió esta foto el 16 de septiembre de 2011

Una vez sentados a la mesa, nos ofrecieron la posibilidad de pedir unos entrantes, además de las bandejas de carne de buey que nos estaban esperando. Sin embargo, en un movimiento conservador que no nos suele caracterizar, declinamos la oferta, por aquello de la Operación Bikini y el qué dirán.

Aún así, el restaurante nos regaló dos interesantes aperitivos para no esperar con los platos vacíos mientras venía el plato principal: una agradable croqueta con crujiente de patata, y un interesante gazpacho, creo que con más sandía que tomate, puesto que no lo noté ácido como suele ser habitual en la receta clásica. Recalco el verbo regalar, puesto que no aparecieron en nuestra posterior factura.

Una vez dimos buena cuenta de estos aperitivos, se nos presentó en la mesa dos generosas fuentes de carne con los, oficialmente, dos kilos de carne (uno por pareja). Como posteriormente comprobaríamos en el ticket, en realidad fueron 1.6 kilos, aunque nos quedará la duda de si la oferta era con el hueso, de ahí la discrepancia de cantidades.

Un Lugar: Un Lugar subió esta foto el 14 de septiembre de 2011

En cualquier caso, la carne estaba excelente, jugosa, en su punto, con un sabor fuerte. Venía sazonada con sal maldon y acompañada de una fuente con patatas fritas (en forma de rodaja) y algunos pimientos del padrón. Sólo puedo decir que no quedó ni muestra.

Rematamos el convite con un par de postres: flan de turrón con helado de vainilla para mi acompañante y yo, y fresas a la pimienta y un tiramisú para la otra pareja.

Los cafés y chupitos de rigor, así como las bebidas, engordaron la factura final a 46 euros, a los que habría que sumar los 40 iniciales que habíamos desembolsado.

En definitiva, una comida de calidad en un marco de gran categoría por apenas 22 euros por persona. Sin duda un acierto y Un Lugar al que estoy seguro de que volveré.

Zen Asia Restaurante - La contracrónica


Siguiendo una entrada en blog, hace un par de semanas me acerqué a este restaurante a comer. Días antes intenté buscar información del restaurante y me resultó difícil encontrarla ya que antes se llama Bamboo y toda crítica por ahí está con ese nombre.
El restaurante es básicamente un buffet pero en vez de levantarte, simplemente pides y te van trayendo la comida. La elección de la comida fue sencilla, todos los tipos de makis y nigiris a excepción del de anguila. Nos trajeron un plato impresionante que no pudimos terminar. La calidad del sushi era bastante superior a la de los habituales buffets rollo Wok aunque tampoco era el mejor sushi de Madrid. Por ejemplo, a mi me gustan más las piezas de sushi pequeñitas porque así hay más chicha que arroz, y en este sitio eran bastante grandes. Pero bueno, el sushi pasaba el corte holgadamente.
Tras no poder con el plato de sushi pedimos arroz con gambas, tofu y pollo con verduras, vamos típicos platos de restaurante asiático, sin pena ni gloria.
Por último, el postre fue un helado de chocolate con nueces caramelizadas, quizás junto a los nigiris de salmón fue lo que más me gustó de la comida.
En definitiva, restaurante asiático para ponerte gocho, con un servicio más que correcto, calidad superior a los típicos buffet y precio bastante bueno, fueron 40 pavo para dos personas (14 x 2 del buffet + bebida+ postre)


lunes, 26 de septiembre de 2011

L’Art Creperie

Voy a hacer la entrada anti-cucharete: más breve imposible.

Martín de los Heros, 6. Una crepería con crepes de entre 6 y 8.50 euros. Si no tienes excesiva hambre, cenas con uno. También los hay dulces así como acompañantes (ensaladas, patés, etc).

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Opté por un crepe de pollo, queso emmental y champiñones. De queso poco, de lo demás sobrado. La masa no se prepara en el momento (tardaron demasiado poco en tenerlo). Salimos a 8 euros cada uno (mi acompañante se pidió otro y una bebida). Podéis ver en la foto el tamaño del crepe (generoso).

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No volveré.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Bambadoo

Este garito es simplemente un bar tradicional reconvertido en un local algo más moderno (sin llegar a ser "cool") que destaca por los cocteles que preparan. Su carta de cocteles es bastante curiosa ya que los cocteles tradicionales como el sex on the beach, piña colada y demás ocupan un segundo plano en la carta. En el primer plano lo ocupan cocteles como el diablo verde, leche de tigre, agua de Madrid.
Obviamente, me decidí por uno de los cocteles "novedosos" y pedí el diablo verde y mi acompañante la leche de tigre. Además, últimamente estoy bastante saturado de cocteles así que algo nuevo siempre bien.
Los cocteles son servidos en copa de balón y además te ponen una cubitera por si te apetece más hielo, como dios mando. El diablo verde se compone de ron, lima y curasao y la leche de tigre es bastante parecida a la leche de pantera pero con mucha canela. Ambos cocteles eran bastante dulces y estaban muy buenos, y no sé si era ese dulzor pero a mí se sabían bastante flojitos, pero por lo demás estaban perfectos.
Conclusiones, este garito está bastante bien para tomar una copitas tras una comida o cena, ya que el ambiente tranquilo y puedes probar cosas novedosas. Además, el precio de cocteles según están las cosas está bastante, 4.95 euros.

jueves, 22 de septiembre de 2011

The knife - La contracrónica

Ayer quedé con un amigo que trabaja en Sanse con lo cual elegimos el plaza norte. Por casualidad entramos en el Knife, un buffet argentino que no tenía mala pinta.
Al ser un día de diario había dos menús, uno de 13.5 y otro de 19. Ambos consistían en el buffet de entrantes y carne, y la diferencia es que el de mayor precio tenía una botella de vino por cabeza, empenadillas argentinas y corte especial de carne, por lo demás eran lo mismo. Nos decantamos por el de 13.5 ya que una botella de vino para después ir a currar no era lógico.
El sistema del restaurante es un buffet de platos fríos y una parrilla de carne que puede comer hasta reventar. Entre los platos fríos había todo tipo de ensaladas (de legumbres, lechuga, tomate, arroz), gazpacho, empanada de verduras (la cual estaba exquisita), algún tipo de plato frío a base de champiñones y carne, y algunos canapés. Yo no soy un gran fan de los buffets ya que la calidad no suele ser demasiada buena y la comida lleva horas sobre la mesa pero tengo que reconocer que la comida en esta ocasión era bastante buena y había bastante variedad de primeras aunque todos ellos fuesen fríos.
Para los segundos en un lado del restaurante hay una gran parrilla con unos cuantos cocineros que te van sirviendo un corte de la carne que tu eliges. Al tratarse de un argentino os podéis imaginar que carnes váis a encontraros: pollo asado, pollo relleno, chorizos, chorizos criollos, riñones, entrañas y diferentes cortes de carne y una parrillada de verduras. Yo elegí la típica parrillada de verduras con su cebolla, calabacín, tomate... y distintos tipos de carne. Con la carne me llevé una de cal y otra de arena. El pollo relleno era un trozo de pollo relleno de verduras y huevo que tenía cierto saber a ahumado y envuelto en bacon, estaba realmente bueno. Luego probé distintos cortes de carne que algunos estaban bastante buenos y otro no tanto. Por ejemplo, los riñones eran totalmente asquerosos. Entre una de las carnes que probé y me llamó la atención era un trozo de carne a la parrilla y tomate y queso por encima (simulando una pizza). Me pareció un plato "original" pero la carne era como un zapato. Perob bueno, al ser buffet siempre puedes dejar lo que no te guste y comer lo que realmente está bueno, ya que estoy seguro de que todo el mundo encontrará platos de su agrado.
Parrilla
Para terminar, un té verde para relajar ya que la comida fue más o menos copiosa.
En definitiva, el restaurante no es ostentoso pero está bastante bien y la calidad está bastante bien aunque haya cosas que mejorar (eso sí, el precio está realmente bien). Respecto al servicio, correcto, no se puede pedir más para un menú de día.
The Knife: marilink subió esta foto el 22 de julio de 2010

jueves, 8 de septiembre de 2011

MCM Cafe

Hace un par de semanas me acerqué a cenar a este restaurante situado en la calle Desengaño (una de mis calles favoritas por la fauna urbana que se encuentra en sus alrededores) aprovechando un cupón de los famosos groupones, letsbonus y demás. Tenía bastantes expectaciones con este restaurante ya que varias he pasado bastantes veces por delante y parecía que su estilo era similar al public (uno de mis restaurantes favoritos) que está justo al lado: decoración de diseño y cocina creativa a precios bastante ajustados.

A pesar de todas estas buenas sensaciones todo se fue enturbiando debido a la organización del servicio. A pesar de que los camareros eran bastante simpáticos se podía apreciar un evidante desorden, incluso sospecho que era el primer día que trabajaba la camarera en esa restaurante.
El primer plato que nos trajeron fueron unas delicias de pollo que báscimente son los nuggets del mcdonals pero algo mejores aunque algunos estaban crudos. El siguiente plato fue un gazpacho que sin duda una de los mejores platos de la noche, estaba realmente bueno. El último de los entrantes fue parpadelle al ajo que me dejaron una tanto indiferente, algo normal tras el turismo gastronómico en Sicilia.
Por fin llegaron los platos principales, mi acompañante se decantó por el solomillo de cerdo y yo el bacalao con muselina de miel. El bacalo estaba bastante bueno, en especial la dulce salsa que le acompañaba. Evidentemente probé el solomillo que también estaba bastante bueno, no el mejor que haya probado pero si muy tierno y la salsa sabrosa.
Por último los postres, otra gran decepción. El postre era un brownie y un coulant de chocolate pero que venían sin helado alguno. Al preguntar si podrían ponernos un poco de helado para acompañarlos nos dijerón que no tenían absolutamente nada, ni helado, ni nata ni nada parecido. Así que como os podeis imaginar, comerse una bomba de chocolate así a palo seco es algo "empalagoso" por decirlo de una manera educada.
Para acompañar la cena, un par de copas de vino rosado. En este aspecto, la total desorganización nos fue favorable ya que pedimos un par de copas y nos pusieron la botella, al decirle al camarero que simplemente eran dos copas, nos las puso hasta arriba, casi igual que las copas que me sirvo en mi casa así básicamente nos bebimos 3/4 de botella pagando 2 copas. Eso sí, el vino era realmente mediocre.

La cena salió por unos 40 euros y la sensación del restaurante no fue muy buena, no creo que vuelva. Creo que es un sitio con potencial pero es un "wannabe", quiero y no puedo. Si mejorasen el servicio y la calidad de sus platos me plantearía volver.

lunes, 5 de septiembre de 2011

The Knife

El sábado pasado estuve en el restaurante Argentino The Knife y no, no me puse gocho, pero porque no quise. Este sitio hace honor al nombre del blog y pese a no hacer ninguna foto la página web os puede dar una idea de cómo es: http://www.theknife.es/.

Está ubicado enfrente del centro comercial Plaza Norte (salida 17 de la A1) con lo que el acceso es sencillito. El modelo que nos ofrecen es bastante parecido a otros Rodicios o similares: buffet libre de ensaladas, varios y carnes, con la ventaja para nuestra economía de que bebida, pan, postre y café están incluidos. La bebida que se puede pedir por persona es o bien una botella de vino (sí, una enterita por barba), una de agua (de medio litro de Solán), 2 tintos de verano o 2 refrescos. Yo no probé el vino pero muy malo tendrá que ser para costar más barato que el agua.

En fin, no nos dispersemos, el sitio es acogedor, el ambiente agradable, de hecho parece un poco pijillo y todo, se puede pedir aparte de lo que tenemos a la vista empanada criolla, arroz, patatas fritas y puré de patatas. El servicio es bastante bueno y la calidad de las mejores que he visto en sitios de este estilo. La carne no vienen a traértela en los típicos pinchos sino que te levantas tú y la eliges.

Yo estaba bastante pobre de apetito pero todo lo que comí estaba bastante bueno: una empanada criolla de las que pedimos que están “fuera de carta o mejor dicho mesa”, un poco de sushi (esto en un argentino pues no fue lo mejor), empanada y un poco de redondo. De segundo me acerqué a comer vacio, entraña y pollo relleno.

El trato es bastante agradable y tuvimos la fortuna de que no había mucha gente. El postre no está mal (mejor de lo que pensaba) y el precio total del menú de fin de semana son 26 euros. Tuvimos que pagar un agua aparte pero bueno, nos lo dijeron claramente lo que entraba en el menú. Si no estoy equivocado o miré mal entre semana son 16 euros, y la semana de tu cumpleaños al susodicho en cuestión le invitan llevando mínimo 3 acompañantes.

En fin, sitio recomendable para comer carne argentina a un precio bastante razonable.

viernes, 2 de septiembre de 2011

La Finca de Susana

La Finca de Susana es uno de los restaurantes del grupo en que se encuentran “La Gloria de Montera” o el restaurante “Bazar” de Chueca. En todos ellos podemos encontrar varios rasgos comunes: decoración basada en madera lacada en blanco en los locales, materias primas simplemente correctas y precios baratos.

Este pasado martes, tras rendir visita al Happy Hour del TGI Fridays de Gran Vía (me tomé una de las mejores piñas coladas que he bebido nunca), mi acompañante y yo decidimos acercarnos a este sitio. No quiero “cucheretear” el post, así que iré directo al grano: mostrar las distintas viandas que pedimos.

Entrantes

De entrantes optamos por tres opciones: croquetas de huevo y queso holandés, patatas Fondar y Coca de Jamón Ibérico.

En cuanto a las croquetas, debo decir que me parecieron normales, aunque al menos su sabor era distinto a lo que estoy acostumbrado. Eso sí, la ración algo escasa: cuatro croquetas literalmente no me parecen ningún exceso, por mucho que el plato rondara los 4 euros.

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Respecto a las patatas Fondar (no recuerdo el nombre exacto, creo que era así), eran unas patatas con pimiento rojo y queso cheddar fundido por encima. Se me hicieron excesivamente empalagosas, con tanto queso y tanta patata, para muy poco pimiento, así que no creo que me las volviera a pedir.

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La Coca de Jamón Ibérico venía acompañada por un pequeño toque de pulpa de tomate natural, aunque creo que estaba rebajada con algún otro ingrediente porque tenía una acidez menor que la que aporta normalmente el tomate natural (y que yo personalmente detesto). Un plato correcto, como los anteriores, pero sin ser excesivamente destacado en ninguna de sus facetas.

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En cuanto a los entrantes, mi acompañante se arrancó con las Costillas a la Receta de La Finca de Susana (de nuevo no recuerdo el nombre exacto, pero era algo aproximadamente) y yo preferí un clásico: entrecot a la pimienta.

Los Segundos

Las costillas, generosas pero insípidas. Soy un gran fan de las costillas, me gustan casi de cualquier modo (a la barbacoa, con ajo, etc) y estas me parecieron ramplonas, sin animarme a seguir comiéndolas una vez probadas. La salsa no estaba mal, pero no era suficiente para hacer del plato algo lo suficientemente suculento.

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Y en cuanto a mi carne, correcta sin más, de nuevo. Una pieza con algunas partes de buena calidad y otras con demasiados “nervios”, que en general alcanzaba el aprobado.

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No pedimos postre.

Conclusiones

En general, no puedo decir que saliera satisfecho del sitio. Había visitado con anterioridad La Gloria de Montera en 2 ocasiones y aunque no puedo decir que sea el mejor restaurante de Madrid, creo que la calidad de las materias primas y el resultado de los platos es superior. No tengo claro que vaya a repetir en esta Finca.

Eso sí, el precio fue muy competitivo: ambos cenamos por 38 euros. Siendo el centro de Madrid y vistos los precios de hoy en día (que una cena en el Vips te sale por ese precio), hay que reconocer que fue francamente barato.

martes, 16 de agosto de 2011

Vaova

La pasada semana me acerqué a la Latina para disfrutar de una agradable noche madrileña de verano. Me extrañó la falta de bullicio de las calles del barrio de la Latina pero claro, al tratarse de un día entre semana de Agosto, es lógico que Madrid esté casi vacío.
Si frecuentáis la noche latinera, conoceréis un garito justo en frente de la Tomasa llamado Vaova. Era la primera vez que iba porque normalmente siempre está abarrotado y con un gorila con camisa blanca restringiendo la entrada a las persona que no son lo suficiente guais.
El local tiene una decoración étnica bastante bonita y sobria y pienso que es un sitio bastante agradable para tomar una copa y estar charlando si no está lleno como pasaba el otro día. El público de sitio es una mezcla de jóvenes wanabis y gente mayor que aparantemente perteneces a una escala social media-alta con lo cual no es sitio demasiado snob pero tampoco es un sitio para tiraos un perroflaúticos.
Los mojitos tiene un precio de 5 euros y tiene variedad de sabores, manzana, plátano, mandarina y maracuya..... Gracias a un página rollo groupon tenía 2 mojitos por 5 euros (un precio insuperable) y pedí un mojito de mandarina y otro de maracuya. El de maracuya estaba bastante bueno aunque el de mandarina me decepcionó bastante. Como segunda ronda, pedí un mojito de fresa y otro normal y en estos últimos mi decepción fue bastante grande ya que el de fresa estaban realmente empalagoso y el normal era un mojito realmente mediocre.
En definitiva, los mojitos no son los mejores del mundo, volveré a ver si la próxima vez tengo más suerte con los otros sabores o el camarero los prepara mejor. El precio, lo hace una opción interesante debido a la burbuja de precios que ha experimentado la Latina en los últimos años.


jueves, 28 de julio de 2011

Mesón Fidel

¿Que se esconde detrás de este nombre tan español, tan castizo, tan costroso diría yo? Pues un mesón español de los de toda la vida, de croqueta y pincho de tortilla.

En mi reciente viaje a Cuenca terminé cenando el sábado por la noche en una zona con bastantes bares y mesones, de los clásicos con raciones y pinchos de cantidad generosa. De entre todos ellos me fijé que la terraza más abarrotada de gente era del Mesón Fidel, también muy recomendado a través de páginas web, redes sociales como Foursquare, etc.

Así que aposté mi dinero a Fidel, aunque su nombre evoque puros y discursos de 7 horas, y decidí apostarme en un barril, lo único que quedaba donde apoyarse, puesto que las mesas y las sillas eran territorio vedado.

Los que me conocen saben que no me gustan las aglomeraciones, así que decidí enviar a mi intrépida acompañante a realizar las labores de identificación y selección de productos, ordenado y posterior recogida. Puesto que no tenía apenas hambre puesto que a la hora de la comida había cometido ya unos cuantos excesos en el Telepizza, no fueron muchas las raciones que pedimos. Y, sin embargo, como podréis comprobar en las fotos, desfiló comida para más de dos personas sin siquiera darnos cuenta.

La primera ración fue de croquetas. En la imagen podéis verla cuando ya la habíamos empezado. En la práctica creo que fueron 13 o 14 croquetas las que nos sirvieron por, no estoy seguro, pero creo que en torno a 8 euros.

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Las croquetas estaban cremosas y sabían a jamón, lo cual ya es un mérito en este mundo de croquetas insípidas e insustanciales en el que nos ha tocado vivir, cosas de la crisis supongo. Eso sí, ligeramente grasientas, nada que un poco de papel para escurrir el aceite sobrante no pudiera arreglar.

La siguiente ración fue de pincho de tortilla, para mi acompañante (sobradamente conocida es mi aversión a este clásico de la gastronomía española). Como veis, lo que ellos llaman pincho yo lo llamo “cena para dos”, prácticamente. No recuerdo el precio de dicho pincho, pero puesta la barrera de las croquetas en 8 euros, de ahí para abajo.

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La tercera y última ración fue de costillas, una de las recomendaciones habituales. Costillas en adobo, de nuevo una generosa ración por un precio asequible (similar al de las croquetas). ¡Las costillas tenían carne! Algo que no debería sorprender, pero que por desgracia, al igual que el sabor a jamón en las croquetas, hoy en día sí merece ser destacado.

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No pedimos más, de hecho nos sobró comida en el plato a ambos. No puedo daros el precio final, pero os aseguro que era más que competitivo para la cantidad de comida que nos sirvieron, amén de la diligencia con la que lo hicieron.

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En definitiva, Mesón Fidel no es para seducir a una posible conquista, salvo que tu objetivo sea, por un precio razonable, llenarle hasta que reviente el estómago y no otras partes de su cuerpo.

Kyoto (Villalba)

El pasado fin de semana me acerqué a Villalba cenar a un restaurante asiático. Siempre que me imagino un restaurante de este estilo me imagino un sitio llamado la "Gran Murralla" decorado con dragones y motivos chinos, olor a aceite de palma y plat
os basados en arroz/tallarines, ternera, pollo y una pequeña selección de sushi. Kyoto es un local que no tiene nada que ver con esto. Es un resturante estiloso de decoración sobria pero sin llegar a ser minimalista, las mesas son relativamente íntimas, el servicio muy correcto y la carta una mezcla de comida china, thai y japonesa.

Como comentaba la carta está llena de tempuras, diferentes tipos de sushi, carnes y sus correspondientes acompañantes a base de verduras, arroz y pasta. Un detalle que me sorprendió fue que en la carta incluían algún plato de carne de Kobe pero creo que esta no iba a ser la noche para degustarla.
En definitiva, a lo importante que es la comida. Pedimos una sushi variado que contenía unas diez/doce piezas de su
shi. Sin duda uno de los mejores que he probado obviamente después de el del Kabuki. Además tambien pedimos
unosdim sums que a mi gusto han sido los mejores que he probado, en la plato no era demasiado generoso pero si estaban buenísimos.

Tras estos entrantes pedimos un plato de fideos transparentes con gambas y verduras y pato laqueado. El pato laqueado lo servían con una salsa muy sabrosa y acompañado de verduras salteados.
Por último, los postres fueron helado de coco con nueces (eran como una especie de nueces garrapiñadas) y una tarta de chocolate. La tarta de chocolate era más bien como un helado de estrachatela. Soy un verdadero fan de los helados con lo que los postres no decepcionaron.

Cabe destacar el servicio que fue realmente atento durante la cena, siempre te llenan la copa cuando estaba vacía, nos cambiaron algunas piezas de sushi porque no nos gustaban. Un detalle curioso es que los camareros utilizan una mesita al estilo del servicio de habitaciones de los hoteles en vez de llevar una bandeja en la mano lo que le da un toque "pijo" al local. Otro detalle que me gustó es que me sirvieron una botella de 1l de agua para cenar, lo cual es bastante raro porque en la mayoría de restaurantes si una sola persona pide agua te ponen una botella de 50cl.
En definitiva, 64 euros por 2 copas de vino, 1l agua, bandeja de sushi, dim sums, tallarines, pato laqueado y dos postres. El precio no es que sea barato pero si acorde a la ambientación del local, la comida y el servicio. Siempre pienso que es mejor comer bien pagando 1.5 que comer "normalito" por 1. Así que mi recomendación es que si os gusta la comida asiática, probeis un día el Kyoto.

martes, 26 de julio de 2011

The magic garden (Alcalá de Henares)

Lo que antes era esto:


El típico bar de verano abierto solo en temporada sin nada que destacar salvo que está al lado de un parque, en este caso, el parque O'Donnell de Alcalá de Henares, ahora es esto:


Una terraza chill-out, con buena música, gente bien arreglada, abierto desde las 6 p.m hasta las 3 a.m, iluminación acorde y buenos cocteles perfectamente preparados como este Gin-tonic con uvas de temporada o mojitos realizados in situ de forma muy profesional.


Muchas zonas donde poder sentarte con tu grupo de amigos a pasar la tarde-noche con volumen musical adecuado o una mini pista de baile con DJ dedicado que conforme van avanzando las horas se va llenando.


Recomendado tanto para quedar antes-después de cenar o mas avanzada la noche. Como nota negativa los baños, que son anexos al edifico y un poco cutrecillos, por lo demás, genial. El precio, no es caro, pero tampoco barato.



jueves, 21 de julio de 2011

Madrid Open Air

Si te cuentan que es un cine al aire libre quizás no te llame la atención. Si te dicen que luego se convierte en discoteca puede que te suene a evento de pueblo con la orquesta Tio Paco. Si te dicen que se puede comer algo dentro te imaginaras el puestecillo de Bocata Sprint que ponen en las fiestas patronales de cualquier pueblo de menos de 5000 habitantes.

Pero no. Madrid Open Air es todo eso pero en versión pija, lo cual da un resultado bueno y recomendable.

Lugar


Se celebra en el mismo parque Enrique Tierno Galvan, al lado del planetario de Madrid con lo cual, rodeado de jardines, cesped y arboles, en pleno verano Madrileño, pues apetece.

Cine


El equipo técnico es perfecto, con sonido envolvente y de calidad, a buen volumen (quizás alto, pero que es mejor que bajo) y con altavoces por todo el recinto estrategicamente colocados y señalizados. De la pantalla presumen que es la más grande del mundo. Las butacas en realidad son hamacas regulables en altura (un poco endebles, yo me cargue una aunque te la cambian al momento)  y con espacio suficiente como para estirar las piernas y repanchingarte sin problemas tanto de delante como de detrás. Además estás sobre el césped que invita a descalzarte. ¿Que más se puede pedir? Pues antes de la peli te cuentan los chascarrillos de la misma algún artista invitado y relacionado. A mi me toco el padre de familia de los Serrano, productor de lo que íbamos a ver.



Staff


Muchísimas azafatas/os por todos los lados vestidas de temática cine por si tenias algún problemilla así que perfecto, no se notaba descuidada la organización en este aspecto.

Comida/Bebida


Stands pijis-pijis de comida japonesa, helados de yogur, mojitos, palomitas, cafetería, zona chill-out de una marca de cerveza, puffs para tirarse repartidos por el recinto, gominolas suecas "naturales" etc.. Nosotros probamos los mojitos varias veces y estaban ricos, recién hechos (lo mezclaban ahí mismo, no botellas prefabricadas) con su hierba buena y preparados por camareras cubanas (8E), café de una marca de cafeteras tipo Nesspresso (regalado) que no nos gusto nada, pero porque no somos muy cafeteros. Las gominolas suecas (carillas pero muy muy buenas, 2E una bolsa con unas 20 unidades), cerveza (3E el vaso grande) y el helado de yogur(2E con moras) rico si te gusta aunque a mi ni fu ni fa.

Discoteca:


Música normal, éxitos de ayer y de hoy. Rango de edades desde 18 hasta los 40. Lo sorprendente es que un 70% serian chicas-mujeres y sin grupos de solteros (vería un par de ellos) pero si de solteras (aparentemente).

Conclusión:


Recomendado si no te importa gastarte un poco más de la cuenta y hace buen tiempo.


Chillout Cache

Decían nuestros antepasados que “Errare humanum est”. Tenían razón, sin duda, pero algunos errores es mejor evitar por todos los medios cometerlos. Yo no he podido evitar el último de los muchos que ya cargo a mis espaldas, pero dejo aquí mi pequeña ayuda para el resto de contertulios con la secreta esperanza de que ninguno de vosotros pise mi misma piedra.

Ayer por la noche me dirigí, aproximadamente a las 9:30, a las dependencias del ¿restaurante? Chillout Cache (Chillout Caché), que se encuentra en la Calle Cardenal Cisneros, cerca de la Glorieta de Bilbao.

El sitio no tiene, de entrada, muy buena pinta. Debería haber prestado atención a estas señales luminosas y huido cuando aún estaba a tiempo, pero el hecho de ir acompañado me hubiera impedido, de todas formas, dicha salida airosa.

La ambientación es pretendidamente árabe. Mucho azulejo, cortinillas y asientos corridos estilo “Vips”, pero con una necesidad imperiosa de ser sustituidos por unos nuevos, puesto que estaban rajados por ciertas partes.

Otra señal inequívoca de que estamos en un sitio a evitar es la carta. Falta absoluta de coherencia en las posibilidades a elegir de la misma. ¿Cómo sino se explica que, en una carta de un restaurante con aspecto árabe puedas pedir cosas como Provolone, varios platos con jamón y tocino (los musulmanes tienen prohibido cualquier derivado del cerdo), crepes, salmón o una extensa carta de cocktails (no pueden beber alcohol tampoco). Acepto que, hoy en día, haya muchos sitios de este estilo, que mezclan distintas influencias y cogen de cada uno lo que es más popular, pero aquí estamos hablando de demasiadas cosas que no encajan para nada entre ellas. También me resultó curioso comprobar que en la carta no hay ninguna comida árabe, ni un triste hummus que llevarse a la boca.

El camarero que nos atendió nos confirmó los términos de la oferta que había hecho a mi acompañante optar por este sitio: 50% de descuento en lo que pidiéramos, bebida incluida. Eso sí, las condiciones para aplicar la oferta fueron un tanto absurdas: sólo si pedías, por persona, un primero y un segundo. Hasta aquí, todo razonable. ¿El problema? Que sólo se podía elegir entre TRES, sí, TRES segundos: pato, salmón y solomillo de cerdo. ¿Qué restaurante tiene sólo TRES segundos para elegir? Por favor, si en el menú diario más costra del restaurante más cutre tienes más variedad…

Al final, después de darle muchas vueltas, optamos por pedir lo siguiente (éramos tres personas):

  • Patatas caché: patatas fritas, bechamel y bacon.
  • Huevos rotos con jamón: un huevo sobre patatas fritas y jamón corriente por encima.
  • Ensalada ibérica: supuestamente, una ensalada de rúcula, jamón ibérico, pasas y no recuerdo que más. En la práctica, una bolsa de Floret con cuatro cachos de jamón (ni ibérico ni nada) por encima.

En cuanto a los segundos, al final optamos por esto:

Solomillo ibérico con salsa de queso azul y patata panadera: no lo llegué a probar, ya estaba demasiado cabreado cuando llegó a la mesa, pero la cantidad era absolutamente ridícula para un plato de 14 euros en un restaurante casposo en una zona que no está de moda. Adjunto foto para que os podáis hacer la idea del tamaño de la ración (2 “medallones” de solomillo pusieron, se podían comer de un bocado cada uno). En la foto podéis ver uno de los medallones todavía sin empezar.

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Salmón al horno con salsa al cava. Me detendré especialmente en este segundo, que además fue lo que pedí yo. Primero, la ración, como la anterior, escasa para el precio del plato, Ni un lomo de salmón ni nada, una simple rodaja de un salmón de tamaño pequeño, eso sí, acompañado de muchas patatas para que el plato no quedara desangelado. Pero lo peor no es que pusieran poco, es la calidad de la materia prima: pasado de rosca como creo que no me han puesto nunca un pescado en mi vida. Carne estoposa, reseca, de sabor incluso desagradable, al que la salsa no era capaz de mejorar ni mucho menos. Cualquier día, el salmón recalentado que me como en el trabajo está infinitamente más jugoso que esta vergüenza de color rosado que se atrevieron a servir en mi mesa.

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El tercer segundo, finalmente, no fue un segundo real: pedimos el crepe inglés, un crepe relleno con un huevo, bacon y no recuerdo qué más. Baste decir que sobró más de la mitad, para que cualquiera se haga una idea de la delicia que nos pusieron en el plato. De este no tengo fotos.

Huelga decir que nos abstuvimos de pedir postres. Con el 50% de descuento quedamos en una factura de 42 euros (con un mojito, una copa de vino y un agua para mí) a repartir entre tres. ¿Barato? Sí, con el descuento, pero sinceramente prefiero comerme un bocata del Pans & Company antes que volver a pisar este sitio. Ahorraría en no sólo en dinero, sino también en salud y estabilidad mental.

lunes, 18 de julio de 2011

TGI Fridays – La contracrónica

El sábado por la noche me pasé por el TGI Fridays de Gran Vía, animado por el post previo sobre sus cocktails a precios bajos. La primera fue en la frente, puesto que esta Happy Hour sólo está disponible de 17 a 20 pero de Lunes a Viernes. En cualquier caso, teníamos cierto antojo de comida guarra, así que mi acompañante y yo (como dice Chema) entramos de todos modos y nos dispusimos a tirar por la basura cualquier amago de dieta.

No hice fotos porque me acordé cuando ya me había comido todo, para seros sinceros, pero procuraré ser lo suficientemente generoso en los detalles como para que os hagáis una idea.

Compartimos un entrante denominado “Combo de nachos”, que traía cuatro nachos de cada tipo, tres tipos en total (es decir, 12 nachos). Los tipos eran: de carne (carne normal, no picada), de pollo y de queso cheddar. Estaban bien, nada del otro mundo.

En cuanto a los segundos, mi acompañante optó por una hamburguesa Prime Choice, de tamaño tan generoso como su precio (unos 15 euros). Entre sus ingredientes, carne, bacon, cebolla, tomate, lechuga, queso, mayonesa francesa y pan brioche.

Por mi parte, yo preferí las costillas. Existen varios tipos con este plato, pero os diré que eran las que estaban de promoción y que costaban unos 19 euros más o menos. Ante mis ojos apareció un rack que prácticamente se salía del plato, adornado con unas cuantas patatas fritas y un cuenco con más salsa Jack Daniels “no se qué”. Debo decir que son, quizás, las mejores costillas que he comido en Madrid al estilo americano: jugosas, con una carne fácil de separar del hueso, una salsa muy rica, un 10 en definitiva. En concreto, y por comparar con el referente en la materia, mucho mejores que las del Alfredo’s, que me parecieron más secas y mucho más escasas en carne y en piezas (también es cierto que el precio de Alfredo’s es bastante más reducido, pero creo que cuando sales a cenar prefieres pagar un poco más y volver satisfecho).

Tanto mi acompañante como yo tuvimos que hacer ímprobos esfuerzos para terminarnos los platos, hasta el punto de volver prácticamente a rastras a casa, aunque podríamos haber rodado cómodamente Gran Vía abajo. En definitiva, que las raciones, aunque caras, fueron bastante generosas, mucho más de lo que habría esperado.

Sobre los cocktails, nos podemos sendos Ultimate Mojito Classic a 7.75 cada uno. La cantidad, enorme, casi el doble que un mojito normal de cualquier bar (o el triple si lo comparamos con el Del Diego). La calidad, bastante normalita. Poca hierbabuena, la mayoría trocitos flotando, y demasiada acidez para mi gusto. En la siguiente imagen podéis ver uno, así como una comparación con mi mano para que os hagáis una idea de su tamaño.

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La cuenta total la podéis ver en la siguiente imagen, para que os hagáis una idea. Puede asustar, pero si quitamos los 30 euros de bebidas, nos quedaría una cena pantagruélica por 25 euros cada uno.

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En definitiva, me gustó la experiencia y probablemente vuelva alguna vez, pero los cocktails merecen la pena si vamos a la Happy Hour.

jueves, 14 de julio de 2011

TGI Fridays

Mi entrada de hoy es para un restaurante que seguramente la mayoría conozais, pero no de la manera que os voy a comentar. Se trata del Fridays y en esta ocasión no voy a hablar de las costillas, hamburguesas, aros de cebolla o de las cheese cakes. Voy a hablar de los magníficos cocktails de este restaurante.

Me habían comentado que este sitio era un filón para ir a tomar cocktails
ya que de 5 a 8 tiene una happy hour en la que los cocktails están a mitad de precio, así que un día me decidí a ir al Fridays de Gran Via (casi pegado a Plaza de España). Cuando entré en el local pensaba que me encontraba en La Habana en vez de un restaurante con ambientación americana. El local estaba lleno de guiris tomando daikiris, chavalillos disfrutando de sus vacaciones de verano y camareros latinos agitando la cocktelera a ritmo de los 40 principales.
Mi elección fue por los cocktails de ron: strawberry Daikiri, rum cooler y bahama mama (a mi me recordaba al bio frutas Canarias por su toque de platano). Mi acompañante pidió mojito de fresa, margaritas de frambuesa y un daikiri que no recuerdo el nombre. Todo ellos servidos en una gran copa, con su hielo picado, su frutita, su azúcar en el borde. Nada de esas minúsculas copas con una guinda dentro y que parecen más un chupito que cocktail. Las copas
no están demasiado cargadas pero están realmente buenas y la presentación es muy sugerente. Cada ronda de 2 cocktails suponían 5.75 euros. Para terminar optamos por tomar unos cocktails "ultimate", iguales que los anterioes pero un vaso mayor que me recordaba a las copas donde en el vips te sirven la coca cola, en definitiva, una copa de marqués. Nos decidimos a por un classic mojito y una marguarita que no tenían nada que envidiar a las preparadas en otras cocktelerías de madrid y todo por un precido de 7.75.
En definitiva, un 10 para el copeo en el Fridays, creo que es una estupenda manera de empezar una tarde de tapeo y posible salida nocturna, la única pega, el horario. Si buscas a
lgún sitio que sea lo opuesto al "puretismo" y "lujosidad" de el Del Diego sin perder calidad en los cocktails, Fridays es tu sitio.
Por último, el ambiente es algo bullicioso y los camareros están algo saturados por lo que el servicio no es todo lo rápido que fuese, eso sí, los camareros bastante simpáticos y nada mustios como en otros sitios.


miércoles, 13 de julio de 2011

Karpe y Celysol

Cachi de cerveza + 2 perritos = 4€

Creo que con eso esta todo dicho. Si quieres ponerte morado a perritos calientes, tenéis que seguir la siguiente ruta. Comienza en la plaza de toros de las Ventas y llega hasta el cruce de la calle Alcalá con Montesa.


Karpe
A mitad camino en la acera de la izquierda según subes se encuentra el bar Karpe. Pequeño, castizo, para comer en barra ......... un bar de los de todas la vida. Aparentemente solo puedes comer perritos calientes y gofres. Lo mejor de todo el precio, 4€ por un cachi de cerveza, calimocho o sidra y 2 perritos. El precio del perrito solo es de 1€ y te lo aderezado con la salsa que tu quieras (brava, mostaza, ketchup, barbacoa).


Celysol
Si seguimos subiendo por la calle Alcalá, pasada la plaza de Manuel Becerra, llegamos al bar CelySol. Es mas de lo mismo, esta vez regentado por una señora un tanto desagradable. Este es mas amplio y tiene 4 mesas para poder disfrutar de tal manjar.


martes, 12 de julio de 2011

El Olvido

A pesar de su nombre, este restaurante es fácil de recordar por muchos motivos: su buena gastronomía, sus fantásticos precios, su capacidad para aparecer en el boca a boca de los sitios recomendados entre amigos y conocidos, etc.

Tras una dura jornada laboral, los miembros de esta fábrica de sueños digitales que conforma el Departamento de Desarrollo de [CENSORED] nos dispusimos a disfrutar de una de esas actividades tan habituales entre nosotros. Sería como la tercera o cuarta vez que quedábamos para hacer algo en el último… lustro. ¡Casi nada!

Karting, unas cervezas y la cena se nos echaba encima. Los azares del destino terminaron con nuestros huesos en El Olvido, restaurante sito en la calle Juan Hurtado de Mendoza, próximo a ese templo de la grasa conocido como Alfredo’s Barbacue. La fortuna (desde mi punto de vista) hizo que no nos ofrecieran mesa hasta las 11 de la noche, por lo que preferimos desplazar nuestra hambre a este restaurante cercano.

El Olvido es un lugar curioso: tras una fachada de restaurante modernito madrileño, difícil de definir, no se encuentran los típicos sablazos con platos anchos, raciones estrechas y facturas voluminosas. En su lugar en El Olvido nos encontramos raciones más que correctas (en algunos casos generosas, como en sus ensaladas, tal como podemos ver en la siguiente imagen) y precios estrechos, de no más de 23 euros el menú.

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La carta se estructura en tres tramos de precios: los entrantes se comparten entre todas las opciones, mientras que el precio final lo determina la elección del segundo dentro de uno de esos grupos. El postre va aparte, pero a un precio de tan sólo 2.70 euros cada uno, se convierte en imprescindible aun cuando ya te encuentras saciado.

En cuanto a nuestras elecciones, siendo 8 personas fueron de lo más variadas: ensaladas césar, croquetas, rollitos de primavera, etc. En lo personal puedo decir que las seis croquetas que me trajeron eran más que suficientes para una entrante y tenían un sabor muy agradable.

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Con respecto a los segundos, la mayoría optaron por la hamburguesa. En un primer momento causó cierto revuelo el que el plato se presentara con todos sus elementos menos el más importante: la carne. Tampoco ayudaba comprobar el pequeño tamaño del pan, lo que hacía presagiar una carne de similar diámetro que dejara con hambre a quienes se la pidieron. Sin embargo, fue una falsa alarma: aunque no se podía comparar con una hamburguesa de plato entero como las que ponen en algunos sitios, sí tenía una cantidad más que suficiente como para saciar el apetito de la mayoría.

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En mi caso opté por el churrasco argentino de muy buen sabor, mientras que en la foto que acompaña podemos ver el pescado que eligió nuestro yonki del gimnasio (en primer plano) y dicho churrasco al fondo.

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Muchos no llegaron al postre, puesto que con el primero y segundo ya se colman las expectativas de la mayoría (especialmente si se trata de una cena, como en nuestro caso). Para los que aun tuvimos algo más de fuelle, pudimos optar por sólo 2.70 euros a una gran variedad de postres, como tarta de queso (mi elección), brownie de chocolate (costaba 5 euros pero podía salir gratis  si tenías suerte con el dado, en el típico juego de todo o nada), etc. Mención aparte merecen los mojitos a 2.50 euros y el servir agua de Madrid en lugar de embotellada, a coste cero.

En definitiva, El Olvido es un lugar con una excelente relación calidad/precio, un sitio al que puedes llevar a prácticamente cualquiera, ya sean novias, amigos o familiares, y volver con la sensación de haber comido bien sin haber sido atracado en el intento.

Como dirían los pijos, un MUST.

El mercado de la Reina

Restaurante & Gin Tonic, así es como lo definen en su pagina web. Ubicado entre Gran Vía y la Calle de la Reina. Por la experiencia que nosotros vivimos, un buen restaurante aunque algo caro para mi gusto. Fuimos a celebrar una despedida de soltero y se nos permitió seleccionar entre 4 menús, todos ellos compuestos por unos entrantes para compartir y un segundo a elegir. La selección que nosotros hicimos constaba huevos rotos, un salmorejo, ensalada de tomate con ventresca y croquetas de jamón. Todos ellos fueron abundantes y bien presentados.


Pasamos a los segundos. Para los amantes del atún, nos pusieron un buen filete, bien presentado y con una buena guarnición. Para mi lo mejor de la cena, sin menos preciar los entrantes. A todo esto también tendrían que dar su opinión los que probaron la otra opción, Secreto Ibérico. De esta otra opción, lo mas que puedo decir es que tenia buena pinta, pero como se suele decir, “una imagen vale mas que mil palabras”





De los postres no tenemos fotografías, pero yo probé una crema de limón con fresas que dejo mas que satisfecho, tanto por el calidad como por la cantidad. Otros de los comensales también quedaron agradados con los helados.



Todo ello por unos 40€ el cubierto, un tanto caro a pesar de la calidad de sus platos. El único “pero” fue un mal detalle por parte de uno de los camareros, que el mismo plato lo sirvió como poco hecho e inmediatamente después se lo entrego al siguiente como “al punto”.

Sidra con sabor castizo

Como ya sabéis yo no soy un buen bebedor de cerveza española con lo que muchas veces trato de frecuentar lugares en los que puedo disfrutar de un buen vino blanco, de un buen cocktail o de una buena sidra. Para esta bebida va dedicado este post y es que voy a enumerar algunos restaurantes asturianos que se encuentran en el centro de nuestra querida capital. A algunos de estos sitios he ido bastantes veces pero algunos otros solo he estado de pasada tomando algo, aún así trataré de que la crónica sea lo más completa posible.
El primero de estos bares es el Ñeru (Bordadores 5) que se encuentra a escasos 5 minutos de Sol. Este bar destaca por las tapas que ponen, siempre hay tortilla, queso de cabrales o chorizo a la sidra. El precio de la caña es de 1.30 lo que lo hace ideal para empezar una noche de tapeo. Las tapas están realmente buenas pero tiene la pega de que son bastante caras.
El siguiente bar se trata de la Casa Parrondo (calle Trujillos 4) a escaso 200 metros del Ñeru. De este bar me encanta la sidra ya que por 6 euros tienes
una botella y además siempre te ponen una generosa tapa de paella, tortilla o lo que tengan ese día. Al igual que el Ñeru, creo que son buenos bares para beber pero en cuanto a la comida creo que están orientados al público extranjero que no le importa paga 10 euros por unas patatas al cabrales.
El siguiente es el Escarpín, justo al lado de la calle Arenal (Hileras 17). Para mi este es de los peores asturianos que comento en el post, la calidad de la comida no es nada del otro mundo y los precios un escándalo (botella de sidra 12 euros).
Mi siguiente entrada es para la Taberna Los Ángeles justo al lado de Opera (Calle de Costanilla de Los Ángeles 8). Llevaba mucho tiempo buscando un bar en Madrid que sirviesen sangría de sidra y al fin lo encontré. Su sabor a manzana, el toque de canela, para mi personalmente es un capricho para los sentidos. El precio, 10 euros, no es que sea barato pero teniendo en cuenta de dónde esta el bar y la calidad de la sangría, no me parece un precio demasiado inflado. Aunque discreta siempre te sirve una tapa y tienes cacahuetes para reventar.
El último será la famosa Burbuja que ríe. En este restaurante he cenado infinidad de veces, con amigos, compañeros de universidad, compañeros de trabajos, novias, celebrando cumpleaños y la verdad que cada vez que voy me llevo una sensación. Algunas veces bien, otras fatal, otras regular.... El bar es bastante bullicioso por lo que no es un sitio recomendable para un situación especial pero si para tomar algo con los amigotes. La botella de sidra ronda los 7-8 euros. En la carta puedes encontrar bastante revueltos, surtidos de embutidos y demás platos asturianos. Para mi la estrella de este sitio es el entrecot de buey ya que te sirven una bandeja con filetes y una piedra incandescente con la que tu mismo te haces tus filetes. Además tienen una serie de menús que por entre 20-30 euros puedes cenar teniendo barra libre de sidra y cerveza lo que puede ser interesante para una celebración de desparrame.
Ahi dejo una fotillo de esa rica sangría de sidra.



Mercado de San Antón

Los que os hayáis pasado por el mercado de San Miguel sabéis ya de qué va el rollo: mercado viejo se reforma y cambia charcuteros y fruteros de toda la vida por stands con nombre guay y precio acorde, con la excusa de que lo que allí se sirve son delicatesen y nouvelle cuisine de la buena, claro está, con raciones para bebés de un día, que no consiste la cosa en ponerse gocho, sino en disfrutar de los mejores sabores. Y a pesar de todo, tengo que decir que, para eso, probar cosas curiosas sin buscar el empacho, está muy bien, siempre y cuando uno asuma la tara de los precios hinchados. Uno se sienta en una barra compartida por los distintos locales del mercado y pica un poco de allí y de allá, confeccionándose su propio menú de tapeo. ¿Nuestra elección? Del stand de foie, salmorejo con un toque de foie, mini hamburguesa de pato y queso de cabra, foie fresco con compota de manzana y uvas, cucurucho de chocolate con mus de queso Philadelphia y foie y un más que suave vino blanco; del stand griego, bulgur, pimientos rojos rellenos de queso feta y humus con pan de pita; del stand de zumos naturales, uno de fresa, naranja, sandía y melón.

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Los precios están pensados para picar, tanto en sentido literal como figurado, ya que oscilaban del euro del salmorejo a los 3,5 del foie fresco, pasando por los  2,5 del zumo. Unos precios que no están mal, siempre que no se contrasten con las cantidades ingeridas. ¿Volvería? Sí, por aquello de los sabores, que es cierto que los hay, pero como advertía al comienzo, sabiendo que no te vas a hinchar y que ahí no se regala nada. Eso sí, llevaré a mis amigos guiris seguro. Creo que es un sitio para exhibir.

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